El encuentro estuvo marcado por la baja actuación del árbitro del cotejo, perjudicando a los quillotanos en dos jugadas claves, primero al anular un gol legítimo cuando promediaba el segundo tiempo por una dudosa posición de adelanto, mientras que luego expulsó a Eduardo Otárola por falta sobre el arquero. A pocos minutos del final, cuando Rayón Said tenía nueve jugadores en cancha, uno de sus delanteros es derribado en el área de Montevideo, pero el juez no sancionó el penal, debiendo definirse al ganador por definición desde el punto penal, instancia en que los quillotanos terminaron cayendo por 8 a 7, quedando eliminados de esta competencia.
