Tras haberse disputado la fecha 20 del Campeonato de Apertura en la primera B, la realidad indica que San Luis de Quillota se ubica entre los tres peores equipos del torneo y en este punto es necesario analizar quienes son los culpables, puesto que no se puede simplificar las cosas con decir que la dirigencia tiene la responsabilidad, sino que también le cabe algo de culpa a los mismos jugadores, aunque está claro que los directivos fueron los grandes causantes de esta debacle deportiva y dirigencial de los últimos meses.
Jugadores: quizá sea uno de los puntos en que más se notó la diferencia con años anteriores, puesto que si bien antes existían los rumores de un plantel dividido, en esta temporada con los nuevos jugadores más el deseo de algunos por marcharse se provocó que el ambiente se fuera tensando cada vez más entre los compañeros, lo que de manera inconsciente terminó repercutiendo en el rendimiento de un equipo hecho para soñar con el ascenso y que ahora está luchando por no descender.
Dirigencia: para hablar de los dirigentes es necesario referirse a varios puntos que pueden ser considerados factores importantes de este mal momento que está atravesando San Luis de Quillota y a continuación se pretende tratar algunos de los aspectos que deben ser considerados:
Primero: Para esta temporada se agregó al directorio de la Sociedad Anónima el señor Báeza, quien posee el título de entrenador y se hizo cargo de la Comisión Fútbol, desde donde trabajaría con Raúl Ormeño en el tema de los refuerzos. Sin embargo, juntos viajaron a Paraguay para ver si encontraban jugadores y trajeron a dos que llegaban supuestamente gratis pero que días antes de comenzar el torneo se percataron que había que pagar por ellos, lo que deja en claro que el señor Baéza no hizo bien su labor en dicho país.
Pero más allá de eso, siempre se ha entendido que el presidente de esta comisión es el responsable de los jugadores que llegan, sin embargo, en esta oportunidad cuando se le preguntó por la mala calidad de quienes llegaron al equipo, culpó de todo a Ormeño, siendo que cada uno de los refuerzos debió ser autorizado por él, lo que lo deja muy mal parado ante una hinchada que ve que no es capaz de reconocer que se equivocó.
Sin embargo, las malas decisiones no pararon a comienzos de temporada cuando se trajo jugadores que practicamente no han jugado y cuando lo han hecho no han rendido lo que de ellos se esperaba, puesto que más adelante en vista de las necesidades de plantel se optó por contratar a Claudio Salinas que no jugaba hace dos años pero que prometía ser un gran aporte, además del delantero Claudio Latorre que dificilmente llegó a juntar los minutos de un partido completo en cancha, y que hablar de Nicolás González, Diego Benítez y Cristián Abarca, quienes han estado más fuera del equipo que en él.
Pero para rematar la ola de errores que se cometieron, en vista a una serie de malos resultados, se decidió oiptar por el despido del entrenador Raúl Ormeño dando fin de esta manera abrupta a un proyecto que soñaba con llegar a la primera división, achacándole al ex jugador toda la responsabilidad, situación que quedó más clara cuando este domingo el señor Baéza ante un hincha señaló que el no había traído los refuerzos, lavándose las manos.
Para enturbiar más el mal manejo de este dirigente que está a cargo del fútbol en San Luis, el mismo día en que explotaba la noticia de la marcha del delantero Víctor González de la institución, con lo que se perdió a un gran goleador, el optó por ir a ver el encuentro entre Colo Colo y Everton en vez de estar tratando de solucionar los inconvenientes en la ciudad de las chirimoyas donde el ambiente estaba muy tenso.
En vista de este último hecho, y como ejemplo de la lejanía que existe entre el equipo y la hinchada, en aquél momento nadie de la dirigencia salió a dar una versión oficial, sino que por el contrario optaron por el silencio a excepción del señor Opazo quien en una emisora confirmó la marcha del ariete. Es más, los problemas también se han sentido en los dirigentes porque muchas veces cada uno da una versión de los hechos y no son capaces de coordinar alguna respuesta.
Es verdad que estas no son todas las causas de los problemas pero también es cierto que de alguna manera todo este ambiente ha influido en el mal ambiente que se percibe en el club que posee la sede en San Martín 320
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