Para este duelo, el técnico Mauricio Giganti de San Luis formó con Fernando De Paul, Guillermo Pacheco, Eusebio Díaz, Daniel Vicencio, Jaime Jerez, César Pinares, Álvaro Césped, Eduardo Otárola, Joel Soto, Diego Cuéllar, Sebastián Varas, ingresando en el complemento Rodrigo Pereira, Cristián Taborda y Cris Martínez para intentar revertir la derrota.
Por su parte, Everton de Viña del Mar entró al campo de juego con Gustavo Dalsasso, Luciano Goux, Diego Reinoso, Marcos Velásquez, Jonathan Suazo, Francisco Silva, Nicolás Peñailillo, Luis Acuña, Ángel Rojas, Mario Cáceres, José Luis Muñoz. Luego ingresaron Javier Vatter, Jorge Romo y Leonardo Romero.
A diferencia de los duelos previos, ante los ruleteros San Luis de Quillota comenzó de gran manera el partido, con sendas llegadas de gol antes de los cinco minutos que hicieron ilusionar a los hinchas locales, quienes explotaron de alegría a los cinco minutos cuando los canarios anotaron el primer gol por medio de Guillermo Pacheco, quien aprovechó una habilitación a Diego Cuéllar en profundidad, éste no puede finiquitar ante el portero Dalsasso y da el pase a Pacheco, el que con un gran remate decretaba el uno a cero parcial en el marcador.
Tras el gol las acciones favorecieron ampliamente a los jugadores de San Luis, quienes manejaron el balón sin contrapeso, exhibiendo un nivel nunca antes visto y que dejaba sin reacción a Everton, pero una vez más fallaron en el finiquito ante el arco rival, desperdiciando una y otra vez las opciones de anotar con las que contaron especialmente Sebastián Varas, César Pinares y Guillermo Pacheco, debiendo irse al descanso ganando por la cuenta mínima, ya que tampoco los atacantes de Everton contaron con la tranquilidad necesaria para superar a la defensa quillotana y su portero Fernando De Paul, resultado que tampoco era tranquilizador, aunque los espectadores confiaban en obtener un buen marcador en virtud del buen rendimiento que exhibieron los dueños de casa en la primera parte.
Esa opinión se pareció ratificar cuando se reanudó el juego, ya que rápidamente los sanluisinos aumentaron la diferencia a su favor después de una gran jugada de Joel Soto al minuto 3 del segundo lapso, donde ganó línea de fondo y envío un centro muy peligroso, apareció el central Luciano Goux para intentar despejar, pero pese a su intención, sólo terminó empujando el balón al fondo de las mallas, decretando el dos a cero parcial, marcador que empezaba a tranquilizar a la fanaticada local, quienes empezaban a festejar un triunfo que estaba cada vez más cerca.
No obstante, el fervor duró muy poco porque sólo dos minutos después empezó la reacción de los viñamarinos, quienes se fueron con todo en busca del milagro y su primer descuento llegó después de un tiro libre donde la defensa canaria perdió las marcas, dejaron sólo a Nicolás Peñailillo que sin pensarlo remata de primera y deja sin opciones de reacción al arquero Fernando De Paul, decretando el dos a uno parcial que sembró la incertidumbre en el principal recinto deportivo de la comuna.
Con este resultado parcial Everton se fue con todas sus fuerzas en pos de alcanzar la igualdad, objetivo en el que fueron clave el ingreso de sus jugadores desde la banca, quienes le dieron un nuevo aire al ataque de los forasteros y fue así que pasaron a dominar el juego, por lo que no fue sorpresa que alcanzaran la paridad a los 66 minutos cuando el juez sancionó un tiro libre a favor de los ruleteros, lo ejecutó José Luis Muñoz y su remate pese a los intentos no fue desviado por nadie, situación que terminó descolocando al arquero Fernando De Paul y anotando el dos a dos parcial en el marcador.
Después de esto la diferencia anímica fue clave porque los jugadores de Everton de Viña del Mar se fueron con todos en pos del ataque, mientras los dueños de casa no encontraban la forma de reaccionar y con muchos esfuerzos intentaban controlar la ofensiva rival y generarse alguna oportunidad de convertir mediante remates desde media y larga distancia, pero sin que rindieran frutos, más aún cuando a los 85 minutos Rodrigo Pereira perdió el balón en el mediocampo, encararon los evertonianos y su delantero remató de manera potente, pero su tiro pegó en el poste, el balón volvió al campo de juego y estaba Mario Cáceres para aprovechar la circunstancia y decretar el 3 a 2 final con que concluyó el cotejo.
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