Después de la derrota por tres a dos como local ante Everton de Viña del Mar, y la agresión contra el juez asistente desde la galería, los jugadores de San Luis no tuvieron tiempo para lamentarse por el mal resultado, ya que a la semana siguiente se verían las caras con uno de los favoritos como es Deportes Barnechea, quienes llegaban con la férrea intención de poder ganar para acercarse aún más a los primeros puestos, pero la buena defensa de los canarios se los impidieron y terminaron igualando sin goles tras el pitazo final.
Para este cotejo el técnico Mauricio Giganti alineó con Fernando De Paul en el arco; la defensa de las últimas fechas con Guillermo Pacheco, Eusebio Díaz, Daniel Vicencio y Jaime Jerez; el mediocampo formado por Álvaro Césped, Bruno Pezzella, César Pinares; dejando en la ofensiva al tridente de Joel Soto, Sebastián Varas y Cris Martínez. En el complemento ingresaron Diego Huerta, Diego Cuéllar y Eduardo Otárola para intentar revertir la historia.
Por su parte, Deportes Barnechea ingresó con Jorge Manduca en el pórtico; la zaga formada por Moisés Vásquez, Fernando Gutiérrez, Orlando Gutiérrez, Juan Vivanco; en el mediocampo con Camilo Rencoret, Roberto Herrera, Franco Ragusa, Carlos Espinoza; dejando en la ofensiva a Juan Gutiérrez, Francisco Ibañez. En el segundo lapso ingresaron Jorge Martínez, Franco Segovia, Diego De Gregorio.
A diferencia del cotejo anterior, los quillotanos empezaron muy mal el partido, siendo dominados por los capitalinos que se generaban las mejores opciones de anotar, transformando una vez más en la figura a Fernando De Paul, quien intentaba hacer que sus compañeros reaccionaran, pero todo era más complicado después de la rápida lesión de Joel Soto, quien era el único que intentaba generar peligro en el área rival y a los cinco minutos debió abandonar el campo de juego para dejar en su lugar a Diego Cuéllar, lo que también generó un cambio en el esquema, puesto que ya no se contaba con los dos punteros como en el comienzo, ya que Cuéllar tenía otras características.
El golpe anímico fue duro para los canarios que eran incapaces de tomar el balón en el mediocampo, mientras Barnechea aprovechaba el talento de Carlos Espinoza y Juan Gutiérrez para poner en líos a la zaga de los quillotanos, quienes sin embargo siempre se encontraron con la soberbia actuación del portero Fernando De Paul, y cuando éste por alguna razón no era capaz de detener los ataques rivales, estaba uno de sus compañeros para despejar el peligro y mantener el cero en su portería, base sustancial para poder obtener un buen marcador al final del cotejo.
Pero una de las características del fútbol es lo impredecible, algo que se volvió a repetir durante este fin de semana ya que cuando menos control del balón tenía San Luis, una jugada personal entre Sebastián Varas y Cris Martínez terminó con el primero de ellos derribado en plena área y el juez sancionó lanzamiento desde el punto penal, siendo el mismo Sebastián Varas el que tomó la responsabilidad y no falló para anotar el uno a cero parcial, pero el juez Angelo Hermosilla mandó a repetirlo por invasión del área, pero en la segunda oportunidad el portero Jorge Manduca contuvo el lanzamiento para ahogar el grito de gol de los visitantes.
Después de esta circunstancia una vez más los sanluisinos cayeron en su rendimiento y otra vez emergió la figura del arquero Fernando De Paul y de los centrales Eusebio Díaz con Daniel Vicencio, pilares fundamentales para no irse al descanso en desventaja, manteniendo la paridad sin goles, mientras que en ofensiva las pocas veces en que podían juntarse los volantes César Pinares y Sebastián Varas con la zona ofensiva fueron incapaces de romper el esquema de Barnechea, cuyos hinchas se fueron al entretiempo con la esperanza de poder mejorar en el complemento para poder ganar el partido y no alejarse de los primeros puestos en la lucha por el ascenso.
En el complemento las acciones continuaron de la misma manera, con los locales dominando el control del balón y obligando a que los quillotanos remataran desde fuera del área para intentar generar alguna opción de gol, pero siempre fallaron en la ubicación, o bien, el portero Jorge Manduca siempre estuvo atento para intervenir en los momentos que se le exigió. Por su parte, en la parte defensiva de los canarios, la línea de fondo de San Luis se debió esforzar una y otra vez para impedir que se vulnerara su portería, transformando una vez más en la figura del encuentro a Fernando De Paul, Daniel Vicencio, Eusebio Díaz, Jaime Jerez y Guillermo Pacheco, quienes fueron una barrera infranqueable para los delanteros capitalinos, quienes se terminaron desesperando al no poder anotar y el encuentro terminó igualado sin goles.
Después de este empate, San Luis de Quillota sumó un punto que poco le sirve en su lucha por llegar a los primeros lugares y aspirar a un ascenso, pero si aleja mucho más los fantasmas del descenso, aunque más allá de lo deportivo, el interés de la dirigencia canaria durante esta semana está dirigida a poder evitar un castigo al Estadio Municipal Lucio Fariña Fernández de Quillota por la agresión contra el juez asistente en el partido contra Everton, para de esta manera jugar ante el sólido líder de San Marcos de Arica con el apoyo de la barra desde la galería.
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