miércoles, 8 de junio de 2022

Estadio Municipal Lucio Fariña Fernández potencia su rol social además de recibir fútbol profesional.

La gran apuesta en su momento de las autoridades de Quillota fue posicionar este recinto con puertas abiertas a la comunidad, lo que se ha cumplido plenamente.

Desde el momento cuando el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet aprobó la construcción del renovado Estadio Municipal Lucio Fariña Fernández para Quillota, en el año 2009, el desafío de las autoridades fue iniciar un trabajo orientado a generar rentabilidad social para este recinto deportivo, ello a través de la realización en el lugar de una serie de talleres gratuitos para los más pequeños de la ciudad, lo cual se ha compatibilizado con los encuentros de fútbol profesional, realidad que se ha mantenido en el tiempo y en la actual temporada 2022 se ha intensificado con los Campeonato de Ascenso y Segunda División, junto a los entrenamientos infantiles.



Uno de los efectos derivados de la pandemia por Coronavirus fue que, en el peor momento de crisis sanitaria, la Dirección de Deportes de la Municipalidad de Quillota debió suspender las clases de todos sus talleres para damas y varones entre 6 y 16 años, incluyendo obviamente los que se desarrollan en el Estadio Municipal Lucio Fariña Fernández, pero afortunadamente esos instantes parecieran ir superándose, por lo que paulatinamente se fueron retomando estas clases, contando cada semana con una gran cantidad de menores dando su máximo esfuerzo en cada uno de los entrenamientos, obedeciendo las instrucciones de sus técnicos para ser mejores.



En este sentido, tal como ha sido la tónica desde su inauguración, uno de los focos en la gestión de este recinto es mantener una política de puertas abiertas a la comunidad para que puedan disfrutar del recinto que cuenta con los más altos estándares de calidad y, para ello, desde el mes de enero se han mantenido clases de fútbol varones tres días a la semana, mientras que las damas cuentan con su espacio para mejorar sus habilidades los martes y jueves, misma jornada que utiliza el rugby para preparar a las nuevas generaciones, todo esto gratis, e incluso se han sumado disciplinas como fútbol inclusivo y, cuando hay disponibilidad, también hockey césped.



A todo esto, desde el año 2020 cuando la pandemia permitió el regreso del fútbol profesional, se han debido sumar estos partidos a la programación del principal reducto deportivo de la ciudad, lugar donde San Luis juega los encuentros como local en el Torneo de Ascenso, además de los clubes de la Segunda División Grupo TX que optaron por disputar sus cotejos sobre el césped sintético quillotano, como el caso de Lautaro de Buin, Rodelindo Roman y Deportes Limache, sin olvidar que existen casos especiales como Unión San Felipe que recibirá a Universidad Católica por la Copa Chile, en una demostración que lo social puede convivir con el deporte rentado nacional.

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