Todo comenzó bien para el elenco quillotano dirigido por Elías Hernández y Eduardo Pineda, quienes se pusieron en ventaja de dos a cero antes de cumplirse los veinte minutos del primer tiempo, ello en base a la rapidez de sus delanteros y precisos remates desde media distancia de Luis Rozas, pero tras ello llegó la reacción de un rival herido como lo fue Hijuelas, elenco que poco a poco comenzó a controlar el juego en el mediocampo, evitando la generación de fútbol, lo que sumado a varias decisiones arbitrales comenzó a desesperar al contrario.
A medida que pasaba el tiempo Hijuelas comenzó a sacar provecho de su serenidad sobre el campo de juego, logrando rápidamente conseguir la paridad momentánea a dos goles antes del descanso, pero su alegría aumentó en el último minuto cuando el juez central sancionó un dudoso penal a favor de los dueños de casa, el que fue convertido por su lanzador y lograron irse arriba en el marcador al entretiempo, lo que les permitiría afrontar la segunda etapa con la posibilidad de manejar el ritmo y buscar el contragolpe.
Tras el reinicio del juego, la Selección de Quillota entró con el deseo de revertir el marcador, cayendo por momentos en el juego brusco, lo que incluso se significó terminar con uno de sus centrales expulsados, pero también con pocas opciones reales de acercarse a la portería rival, lo que se agravó con las polémicas decisiones arbitrales que perjudicaron al visitante, quienes reclamaron un penal a poco del final, el que fue omitido por el trío de jueces, y sumado a no poder concretar, terminó por decretar el tres a dos final que dio el título a Hijuelas.