El pasado domingo, gracias a la organización de un grupo de jóvenes interesados en dar vida al Cerro Mayaca de Quillota a través de eventos innovadores, se desarrolló una nueva versión de la carrera de descenso urbano “Mayaca Cerro Abajo”, actividad que contó con apoyo de la Casa del Deporte y reunió a los mejores exponentes de esta disciplina de la zona, quienes han dado su máximo esfuerzo por recorrer la pista, brindando un espectáculo del más alto nivel a todos los espectadores que llegaron en gran número para alentarlos a lo largo del circuito.
Tras una semana en que los jóvenes encargados de la competencia prepararon el recorrido, el que contempló un paso por diferentes sectores del emblemático Cerro Mayaca, todo comenzó el domingo a primeras horas de la mañana cuando todos los ciclistas inscritos comenzaron a reconocer la pista, para luego desde las 14:30 horas dar paso a la qualy, instancia en la que se la jugaron al máximo para clasificar a sus respectivas finales, brindando un espectáculo del más alto nivel, sobre todo en la llegada con la rampa especialmente preparada para ellos.
Cuando ya todos los raiders se encontraban listos, la organización dio a conocer el nombre de los clasificados, quienes debieron regresar al punto de partida en el Mirador La Virgen, desde donde empezaron a recorrer el circuito por última vez en el día, pero convencidos que debían dar su máximo esfuerzo para registrar su mejor tiempo, lo que se reflejó en la clasificación, ya que las diferencias entre los primeros lugares fue mínima, dejando muy contentos a todos los que se instalaron a lo largo de la pista para ver cómo ellos completaban el difícil circuito.
Cabe mencionar que para esta ocasión, aprovechando las características propias del Cerro, se pudo contar con un circuito que exigió al máximo de sus capacidades a cada uno de aquellos que compitieron, ya que mezclaron sectores de tierra con asfalto, además de bajadas a través de estrechas escalas, sin contar con las pronunciadas curvas que pusieron en aprietos a varios de los ciclistas, dejando para el final la imponente rampa en el sector de Bulnes donde estaba la meta, desafío que en algunos casos significó algunas caídas, pero sin consecuencias graves.