Tras la exitosa reinauguración del nuevo Estadio Lucio Fariña Fernández con el primer triunfo del año como local para San Luis ante Universidad de Concepción, el panorama de los canarios parecía mejorar pero rápidamente el día domingo los quillotanos debieron regresar a su triste realidad después de la dolorosa derrota por cuatro goles a cero a manos de Ñublense
Confiado en el buen papel de sus jugadores a mitad de semana ante los penquistas, el técnico quillotano Cristián Ochoa decidió repetir el mismo equipo, salvo el ingreso de Joel Soto por el lesionado Mario Cáceres, por lo que los titulares el domingo en Chillán fueron Luciano Palos en el arco; Francisco Sánchez, Jorge Vargas, Carlos Escobar, Alejandro Escalona en defensa; para el mediocampo se continuaba confiando en Eduardo Sepúlveda, Patricio Pérez, Cristián Uribe junto a Mathias Vidangossy, mientras que en ofensiva estaban Joel Soto junto a Hernán Peirone
El comienzo del encuentro no fue de los mejores para San Luis de Quillota porque desde el primer minuto los sureños entraron buscando el primer gol, convirtiendo en la figura al portero Luciano Palos que una y otra vez ahogaba las celebraaciones chillanejas con sus espectaculares maniobras, tratando de despertar a sus compañeros que no reaccionaban ante la superioridad de su rival salvo remates del mejor en ofensiva como fue Hernán Peirone, pero que nada podía hacer ante la marca asfixiante de los locales
Fue en ese contexto que no extraño la apertura del marcador para Ñublense cuando José Luis Muñoz encaró por la izquierda, elude con habilidad a su marcador Francisco Sánchez y antes de la salida del portero Luciano Palos remata cruzado para anotar el uno a cero parcial, desatando la algarabía entre los hinchas locales, quienes quedaron mucho más felices cuando un minuto después el central de los canarios Carlos Escobar era expulsado por doble amarilla cuando no se superaban los cuarenta minutos de juego, complicando aún más el panorama para los quillotanos
Al verse en desventaja los dirigidos por Cristián Ochoa intentaron reordenar su defensa para irse perdiendo por la cuenta mínima al descanso, pero cuando estaban a punto de conseguirlo el volante Jonathan Cisternas controló el balón y remató desde fuera del área para anotar el dos a cero parcial ante la nula reacción del arquero quillotano, lo que definitivamente disminuía al máximo las chances de reacción para los representantes de la Quinta Región
Los cerca de diez hinchas sanluisinos que se trasladaron hasta Chillán mantenían la secreta esperanza de mejorar en algo el rendimiento para la segunda parte, pero las cosas rápidamente cambiaron de rumbo cuando a los veinte minutos los quillotanos sufrían la expulsión de Alexis Flores (quien había ingresado para reordenar la defensa), dejando en la nada una vez más las grandes actuaciones de su arquero Luciano Palos, quien no entendía el cómo sus compañeros eran incapaces de responder a esta pésima actuación
De una manera extraña quizá los cerca de cuatro mil hinchas que se acercaron al Estadio Nelson Oyarzún de Chillán vieron cómo el equipo quillotano con dos jugadores menos en el campo se esfirzaban para no recibir más goles en contra corriendo cada pelota como si fuera la última, pero el que se aumentara la diferencia en contra era solo cosa de minutos y cuando concluía el cotejo llegaron las últimas dos anotaciones para Ñublense, primero por medio de Jashir Pinto y luego con el debut goleador de Joel Estay, aprovechando en ambos casos un veloz contragolpe
Con esa nueva derrota de San Luis quedó en claro que si los canarios desean salvarse del descenso a la primera B tendrán que luchar hasta el último minuto, pero a la vwz también es necesario que sus jugadores se den cuenta que para salir adelante de esta situación, todos tendrán que estar ciento por ciento comprometidos y decididos a jugarse la vida en cada balón como se merece la fiel hinchada canaria
lunes, 20 de septiembre de 2010
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