Para este encuentro, respecto a la caída del fin de semana anterior, el entrenador de San Luis Mauricio Giganti realizó algunos cambios en el mediocampo y ofensiva con el ingreso del paraguayo Cris Martínez en delantera para retrasar a la línea de volantes a Sebastián Varas. De esta manera, los once titulares de San Luis para este cotejo fueron Fernando De Paul, Daniel Vicencio, Jorge Aguilar, Eusebio Díaz, Jaime Jerez, Guillermo Pacheco, Bruno Pezzella, Freddy Vargas, Sebastián Varas, Cris Martínez, Diego Cuéllar. Ingresaron luego Álvaro Césped, Diego Huerta y Joel Soto.
Por su parte, Coquimbo Unido formó con Luis Rogel, Víctor Osorio, Juan Grabowski, Luis Fuentes, Manuel Ormazábal, Juan Pablo Miño, José Galván, Francisco Santander, Cristián Muñoz, Juan Carlos Maldonado, Mario Pierani. Posteriormente entraron José Iriarte, Oliver Toledo y Freddy Barahona.
El inicio del cotejo fue levemente favorable para los jugadores de Coquimbo, quienes se acercaban sobre la portería quillotana con remates de media y larga distancia, los que eran controlados de buena forma por el portero Fernando De Paul, ejerciendo los nortinos un dominio absoluto, siendo la única oportunidad de real peligro para los dueños de casa un cabezazo de Guillermo Pacheco tras centro de Eusebio Díaz, el que se fue desviado cuando ya el arquero Luis Rogel poco podía hacer, situación que entusiasmó a los pocos hinchas que llegaron hasta el Estadio Municipal Lucio Fariña Fernández.
No obstante, los piratas continuaron con su mejor juego ante unos canarios que hacían evidente la falta de un volante creativo, circunstancia que era aprovechada por los coquimbanos para intentar sorprender a la zaga amarilla con remates de media distancia, pero tanto Fernando De Paul como sus compañeros de zaga pudieron responder de manera correcta para impedir que se abriera el marcado en el partido, el que poco a poco caía en una desidia propia de dos equipos que no contaban con las armas necesarias para irse en busca del triunfo, hecho especialmente preocupante en los dueños de casa que llegaban precedidos de una muy mala campaña entre Primera B y Copa Chile.
Los últimos quince minutos sirvieron para observar la desesperación de San Luis en el campo de juego, abusando en exceso de pelotazos sin intención en busca de Cris Martínez, quien poco podía hacer sólo ante la marca de los experimentados zagueros visitantes, quienes sólo lo perdieron en una oportunidad en que el paraguayo se les escapó, pero no tuvo la tranquilidad necesaria para rematar de buena manera ante la presencia amenazante del arquero Luis Rogel, quien ahogó el grito de gol y aseguró que el primer tiempo terminara con paridad sin goles.
El segundo tiempo empezó con emociones sobre ambas porterías, siendo la mejor opción para Coquimbo un cabezazo de Mario Pierani que el portero Fernando De Paul mandó al córner in extremis, asegurando la paridad momentánea, mientras que los canarios se acercaron primero con un remate de Diego Cuéllar que nadie conectó por el centro y después cuando Joel Soto no pudo controlar en el área rival, el balón le quedó servido a Cris Martínez que no dudó y remató potente, pero el tiro se fue desviado, aunque ya avisaba la ofensiva quillotana que irían en busca de la victoria para empezar a mejorar en la tabla de posiciones.
Los últimos quince minutos de la segunda parte permitieron ver las mejores oportunidades para San Luis de Quillota, primero cuando Cris Martínez aprovechó su velocidad para superar a su marcador, y ante la salida de Luis Rogel, rematar pero el balón terminó pegando en el poste,situación que sería sólo el aviso de lo que vendría, ya que cuatro minutos después, a los 35 del complemento, Coquimbo Unido perdió el balón en la salida, le quedó a Sebastán Varas que encaró por la izquierda, esperó el momento preciso y envío el balón al centro del área donde apareció Cris Martínez, quien no tuvo más que empujar el balón de cabeza sin marca y portero para desatar la fiesta de los dueños de casa con el uno a cero parcial.
Tras esto los piratas se fueron con todo sobre la portería de Fernando De Paul para alcanzar el empate, pero la defensa y el arquero reaccionaron de buena manera cada vez que se les exigió, salvo en un tiro libre que Eusebio Díaz desvió y casi fue autogol, pero los canarios se concentraron netamente en proteger la defensa ante un Coquimbo Unido que utilizó hasta sus últimas fuerzas, e incluso reclamaron un dudoso penal por mano en el área quillotana, pero el juez central Franco Arrué desestimó tanto los reclamos coquimbanos como la sugerecia de su juez asistente, no sancionándolo y terminando con cualquier esperanza de que los piratas consiguieran el empate.