Tal como se había explicado en la jornada deportiva participaron ocho clubes que se irían eliminando entre sí hasta definir al campeón. De esta manera, en el primer turno Peumo dejó en el camino a Nacional, Pedro Frugone eliminó a Lo Garzo por penales, Bajío se impuso en un gran clásico a Dínamo mientras que en el último partido de la primera fase Manuela Figueroa acabó con el sueño de Corvi.
Tras estos partidos se disputaron inmediatamente las semifinales debido a la premura por la poca luz natural con que se contaba, en la primera de las semifinales Peumo perdió ante Pedro Frugone por penales tras empatar a un tanto en los minutos de juego.
Sin embargo, la mayor emoción se encontraba en la otra semifinal puesto que se enfrentaba Juventud El Bajío ante Manuela Figueroa y los primeros rápidamente tomaron una ventaja de tres goles a cero que tranquilizaba a los hinchas y jugadores porque se aseguraban disputar la final, pero su sueño se interrumpió abruptamente con la sorprendente recuperación de Manuela Figueroa que alcanzó la igualdad y obligó a ir a penales. En ese instante, el representante de Manuela Figueroa fue más certero que su rival y colocó a su club en la ansiada final.
Entre la finalización de estos partidos y el comienzo de la final, se rindió un pequeño pero merecido homenaje a Lucio Fariña Fernández, quien recibió innumerables muestras de cariño de parte de hinchas, jugadores, dirigentes y todo quien se encontraba en el recinto deportivo que lleva su nombre. Tras esto, fue testigo privilegiado de cómo Manuela Figueroa sorprendía dos veces a Pedro Frugone para quedarse con el trofeo, aunque lo más importante en la tarde era colaborar con el gran Lucio Fariña Fernández
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