Lo que debía ser una fiesta para todo el pueblo canario como lo fue la Noche Canaria casi se convierte en un verdadero suplicio debido a una mala coordinación entre los dirigentes del club y los gerentes de la empresa Carolina del Valle, quienes al parecer no respetaron el acuerdo que tenían previamente.
El problema surgió según la versión de Eduardo Rey, que se encontraba en la sede en ese momento, en que en un principio el acuerdo con la empresa de transporte era que ellos pondrían a disposición micros para el traslado de ida y vuelta de los hinchas a Hijuelas, las que partirían desde la Plaza de Armas.
Sin embargo, a eso de las 18:30 horas comenzaron a llegar gran cantidad de personas que esperaban viajar de dicho modo, pero se encontraron que no se encontraban en el lugar las micros tal como se había anunciado incluso por los medios de prensa. Esto provocó la natural indignación de aquellos que esperaban y se dirigieron a Eduardo Rey para que solucionase el conflicto.
Tras una serie de llamados telefónicos, se pudo conversar con el propietario de la empresa de transporte quien dijo que el trato no era ese pues sus máquinas estaban trabajando, por lo que la hinchada debía viajar en aquellas que estuvieran realizando el recorrido normal, aunque aseguró que al regreso todas las micros estarían esperando a las personas como finalmente ocurrió una vez concluido el partido ante Palestino.
Si bien las cosas no pasaron a mayores y no hubo problemas con el regreso desde Hijuelas de toda la hinchada, que era uno de los conflictos que se argumentaban para no hacer de local en esa ciudad, sería positivo que para la próxima vez las cosas sean más coordinadas para no estar a última hora con el mismo problema.
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