A comienzos de año cuando se ve el fixture de partidos para San Luis y Unión La Calera, lo primero que se consulta es la fecha del duelo entre sí, siendo el día 09 de mayo la fecha estipulada para el segundo clásico provincial de la temporada hasta donde llegaba un San Luis encaramado en las primeras posiciones del campeonato pese a caer en la fecha previa, mientras que los “cementeros” arribaban después de una mala campaña que era maquillada con dos victorias consecutivas.
En la previa no se veía a un equipo superior sobre el rival, haciendo más evidente aquella frase que dice que en los clásicos no importa la campaña previa. Pero una de las cosas que fue evidente en Valparaíso antes del pitazo inicial fue la actitud de ambos elencos, puesto que mientras los quillotanos se mostraban muy convencidos de sus capacidades y centrados en el triunfo, sus rivales lo tomaban como un encientro más, haciendo el trabajo precompetitivo relajadamente.
En lo deportivo, San Luis entró al campo de juego con el mismo esquema y jugadores que perdieron ante San Marcos de Arica en el norte, algo que en la semana le había provocado ser criticado por algunos medios de comunicación por su excesivo resguardo defensivo. Pero como buen entrenador, no le hizo caso a los comentarios y a la cancha entraron Luciano Palos en el arco, Guillermo Pacheco, Fidel Córdova, Alexis Flores y Alejandro Escalona en extrema defensa; para el medio dispuso a Mauricio Rojas, Carlos López, Juan Pablo Miño y Carlos Escudero para dejar en el ataque a Fernando Alves Machado junto a Mario Pierani.
Pese a que en el papel San Luis actuaría de una forma mñas catelosa ante un rival en cuyo equipo se veían a hombres de gran trayectoria, tan sólo debieron pasar tres minutos para ir decidiendo el clásico. No obstante ello, ni bien comenzado el cotejo los “canarios” se fueron con todo en busca de la ventaja, la que estuvo a punto de llegar gracias a Pierani que no pudo conectar de forma correcta.
No obstante esta falla en la definición del goleador, el balón le quedó en los pies a Fernando Alves Machado que aprovechó para centrar el balón al centro del área donde el zaguero Luis Medina coloca su hombro en la trayectoria del balón, ante lo cual el juez Zuñiga no dudó en cobrar la pena máxima, la cual fue ejecutada por el goleador Mario Pierani que con remate cruzado derrota a Riveros.
La hinchada “canaria” aún festejaba el primer gol del partido cuando tras una gran jugada del brasileño Fernando Alves Machado, éste se escapa con la pelota hasta quedar muy cerca del arco defendido por Riveros, quien tras una buena maniobra le quita el balón y lo reivienta a la galería. Parecía ser una jugada más de fútbol, pero junto a expulsar el balón hasta la galería, el arquero habría hecho un gesto obseno a los hinchas, lo cual fue visto por el asistente, quien lo acusó al árbitro central quien lo expulsó.
San Luis no se conformó y continúó con su ataque sobre la portería cementera, quienes nada pudieron hacer para impedir el 2 a 0 tras un corner servido desde la izquierda, el cual es conectado por Fidel Córdova pero antes que el balón se fuera del campo tras la peinada del defensa, apareció Mario Pierani para anotar su segundo tanto en un clásico y colocarse como el goleador del torneo.
Tras este tanto las galerías mostraban el dí y la noche, puesto que mientras la hinchada de San Luis festejaba los goles y pedía seguir marcando tantos, en la galería de los caleranos se reclamaba constantemente por supuestos penales en contra de su delantero Joel Estay que durante todo el cotejo buscó engañar al árbitro. En medio de este duelo de hinchadas, Alves Machado toma el balón y ataque a la defensa de Unión La Calera por la izquierda, pero cuando estaba en plena carrera, apareció Antonio Rojas que sin miramientos le propició una feroz patada por la espalda, falta que le significó la expulsión directa e inmediata.
Con esta falta, la gente de Calera incluido jugadores y cuerpo técnico se desesperaron y se fueron en contra del ábitro Ricardo Zuñiga, quien en medio de toda la batahola sufrió incluso el empujón del volante cementero Héctor Pericás, siendo expulsado del campo de juego ante lo cual reaccionó aún más molesto intentando agredir al juez. Con esto el panorama rojo se ponía aún peor pues iban sólo 17 minutos y perdían por dos goles a cero además de tener a tres expulsados.
No obstante la adversidad, liderados por el goleador Joel Estay la visita no se dio por vencido y generaron dos ocasiones de peligro para su equipo, pese a que por momentos abusó del indiviudualismo dejando de lado a sus compañeros aunque se generó un tiro libre el el límite del área y un remate que pasó muy cercano al arco de Palos, pero también abusó d elos golpes en contra de los sanluisinos para que éstos entraran en su juego y generar la expulsión de algún local.
Fue en ese instante donde el genio de Diego Osella lo llevó a realizar el cambio clave en el partido, pues sacrificó a Mauricio Rojas en el mediocampo para que ingresara el veloz delantero Felipe Arancibia, quien con su velocidad aprovecharía el cansansio de los rivales que debieron correr el triple ante la falta de jugadores y las dimensiones del campo de juego.
En los instantes que siguieron, los delanteros de San Luis por momentos aprovecharon de generar mucho peligro pero intentando finiquitar las jugadas de la manera más complicada, algo que en la barra provocó cierta impaciencia en los hinchas que pedían pronto el tres a cero. Cuando corría el minuto 38, una gran escapada de Felipe Arancibia terminó con los balones en los pies de Mario Pierani, el cual con un violento remate completa su tarde mágica con el tercer gol personal, haciendo recordar el 5 a 0 en contra del año anterior y soñar con la venganza.
En el segundo tiempo los jugadores de San Luis comprendieron lo “calientes” que estaban los jugadores de Unión La Calera buscaron controlar el balón, buscando mandar en el mediocampo sin provocar mayores problemas a la zaga rival, sobre todo considerando los excesivos golpes ante la complacencia del juez central. No obstante aquello, el juez de línea en dos oportunidades sancionó dudosos fuera de juego para los atacantes quillotanos que terminaron en goles.
Pero como se hizo habitual en el partido las cosas volvieron a cambiar y cuando corría el minuto 69 llegó el mejor gol de la tarde, cuando tras un tiro libre servido por el delantero Fernando Alves Machado , la pelota queda en el punto penal donde la toma Carlos Escudero, quien viendo la presencia de Alexis Flores se lo cede y el zaguero no duda en colocar el balón en el ángulo del portero Godoy. Con este cuarto gol la esperanza de un 5 a 0 a Unión La Calera estaba más cerca para cerrar la venganza, más aún cuando ingresó el delantero Gerson Martínez, el que aprovechó en el minuto 77 cuando se escapa solo en búsqueda del arco rival con el balón controlado, elude al arquero Godoy para vencerlo y poner el 5 goles a 0 en un clásico histórico.
Los últimos minutos del partido fueron con un equipo que tocaba el balón a lo largo de todo el campo generando que desde la galería salieran los populares ole hacia el rival, cuyos jugadores se veían molestos con la derrota y el modo en que se produjo, incluso molestándose entre los compañeros mientras San Luis sólo esperaba el pitazo final para irse a celebrar junto a sus hinchas.
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