Un punto para asegurar la promoción, pero alejarse del liderato

Después de superar a Lota Schwager en calidad de local, San Luis de Quillota se preparó toda la semana para afrontar los encuentros más importantes del año, primero ante el puntero Unión San Felipe y luego ante Santiago Wanderers, elencos con los cuales ha luchado toda la temporada por los ascensos a la primera división

El primer desafío fue ante el súper líder Unión San Felipe y desde primer momento las cosas no fueron como se deseaban, puesto que por el calendario de los aconcaguinos, debieron programar el vital cotejo para un día viernes a las 20 horas, circunstancia que modificaba la preparación al tener dos días menos de preparación, sin olvidar el problema que representó para los hinchas quillotanos para trasladarse, aunque pese a todo, se acercaron en masa para apoyar a su equipo

En lo deportivo los canarios presentaron prácticamente el mismo equipo que derrotó a Lota, salvo la lesión de Eduardo Sepúlveda por lesión, quien fue reemplazado en el mediocampo por Carlos López junto a Juan Pablo Miño. Pese a loa buena actuación de Eduardo Arancibia el fin de semana, Diego Osella decidió que esperara en el banco su oportunidad confiando en la capacidad de sus titulares para conseguir el punto que necesitaban para asegurar la liguilla de promoción

Por su parte los aconcaguinos decidieron repetir los mismos jugadores que se impusieron en calidad de visita la semana anterior frente a Naval, destacando la presencia de su capitán Patricio Pérez y los argentinos Lucas Giovini en el arco, Daniel Araós y Ángel Vildozo en ofensiva. Ante la importancia del encuentro, la ANFP decidió enviar a un juez de la primera división para evitar que los árbitros fueran un tema de discusión.

En los primeros minutos del cotejo, Unión San Felipe fue el amplio dominador de las acciones generando mucho peligro sobre la portería de Luciano Palos, esencialmente a través de remates desde fuera del área aprovechando lo estrecho de la cancha y abusando de los pelotazos cruzados, aunque siempre sus intentos fueron contenidos de buena manera por los zagueros.

Por su parte, los jugadores de San Luis se preocuparon esencialmente de no recibir un gol que alterara sus planes, pese al mal arbitraje de un Francisco Caamaño que no estuvo a la altura de las circunstancias, siendo muy permisivo por momentos, mientras que en otros instantes fue en exceso celoso de hacer cumplir el reglamento.

Fue en ese escenario de un San Felipe atacando insistentemente y San Luis defendiendo el empate que llegó la mejor opción de gol para los primeros en todo el partido cuando Ángel Vildozo cabeceó un balón sobre la derecha de Luciano Palos, pero cuando se gritaba el primer gol local, una felina reacción del trasandino lo impidió e hizo que no se hicieran daño antes del final de la primera parte

Para el segundo tiempo los papeles se alteraron ya que fueron los jugadores de San Luis quienes tuvieron el mayor control del mediocampo, generando una serie de jugadas peligrosas sobre el arco de Lucas Giovini, especialmente un balón que le quedó a Mario Pierani en el área tras una serie de rebotes, pero su remate fue controlado con ciertas dificultades por el portero trasandino.

Lamentablemente para los quillotanos, el técnico sanfelipeño se dio cuenta que estaba perdiendo el dominio por lo que ordenó el ingreso de Briceño y Piña en el complemento, con quienes pudo recuperar el balón aunque sin la capacidad de llegar sobre el arco de Luciano Palos excepto por rebotes, pero nunca de manera clara, ya que siempre había una serie de jugadores involucrados que contenían el ataque

Cuando ya quedaban pocos minutos de juego y viendo que era muy complicado poder ganar tras la salida de Gerson Martínez por un golpe que le impedía jugar con normalidad, el técnico de San Luis Diego Osella no quiso arriesgar e intentó asegurar el importante punto que tenía ganado, por lo que afirmó su sector defensivo con el ingreso de Eusebio Díaz, cerrando definitivamente cualquier posibilidad de un gol en contra que les pudiera significar la derrota.

Así se desarrollaron los últimos minutos de juego, con unos jugadores de San Felipe que intentaban llegar al gol con pelotazos cruzados sobre el área de unos canarios que se concentraron más que nunca para mantener su arco en cero y asegurar el punto que les permitirá a final de año luchar por lo menos una vez por el ascenso en la liguilla de promoción ante un elenco de primera división