Taller Polideportivo de la Casa del Deporte en San Pedro culminó sus actividades de la época estival con jornada recreativa en la Piscina Municipal.

Al igual que en los últimos años, la Casa del Deporte de Quillota se ha esmerado en tratar de llegar a la mayor cantidad de personas con sus diferentes programas de actividad física, algo que se repitió en esta época estival en que se potenció un taller polideportivo en el Distrito de San Pedro a cargo de dos profesores de Educación Física, quienes desarrollaron su gestión en el Gimnasio Municipal de San Pedro y en la Piscina del sector, brindando una muy buena alternativa a aquellas personas que por diferentes motivos no tuvieron la chance de dejar la ciudad durante el verano, opción que de paso es muy agradecida por los padres.

La intención que se buscaba con esta iniciativa deportiva en San Pedro era, por una parte, dejar en el olvido la errada pretensión que los habitantes de este sector eran en cierto modo dejados de lado, pero más importante aún, lograr que los pequeños damas y varones del Distrito puedan realizar actividad física de manera constante, donde los dos encargados se preocuparon de propiciar un ambiente de sana convivencia, en que pudieran practicar diferentes disciplinas como el fútbol, básquetbol, voleibol, lo cual también se complementaba con la opción de asistir en algunas ocasiones a la Piscina Municipal en que podían capear el calor tan incesante sobre la ciudad en esta época veraniega.

Luego de un par de meses de trabajo, tres días a la semana en horas de la tarde, el pasado viernes 17 de febrero se llevó a cabo la actividad de cierre de este taller con una jornada recreativa que se ejecutó en la Piscina Municipal de San Pedro, que fue cerrada solamente para estos pequeños, para que pudieran desarrollar diferentes competencias siendo guiados y supervisados por el salvavidas del recinto, la encargada del mismo y los dos profesores, quienes se preocupaban de la normal ejecución de las diferentes pruebas, finalizando como debía ser con el festival de los guatazos, tanto de las damas como de los varones, donde todos intentaron lucirse con su mejor truco.

Una vez terminadas estas competencias más que nada simbólicas, cada uno de los menores recibió una colación y una medalla artesanal preparada con gran cariño por los encargados, quienes agradecieron a todos los participantes por su compromiso férreo con la actividad y el buen comportamiento, invitándolos a seguir realizando actividad física durante el año, pero sobre todo, a continuar por la senda del camino de la vida sana, alejada de los vicios, respetando a sus amigos y agudizando los lazos de compañerismo que en mayor o menor medida nacieron a lo largo de estas semanas de trabajo, reiterando la satisfacción por el verlos felices tras cada una de las clases que se desarrollaron.