En el primero de los encuentros el elenco del Colegio Valle del Aconcagua dio cuenta de su similar de Sport Club Q B por la cuenta mínima, mientras que Sindicato G. Rivera mantiene opciones tras vencer a IRA Marista.
Durante la noche del día miércoles 08 de enero, sobre el campo de juego del Estadio Municipal Lucio Fariña Fernández de Quillota, se continuó jugando la segunda división de la Liga Empresas Copa El Observador, donde a primera hora el representativo del Colegio Valle del Aconcagua derrotó a su similar de Sport Club Q B por un gol a cero, aprovechando las opciones y la desesperación del rival, para así continuar entre los primeros puestos del torneo, mientras que en el cotejo de fondo, el elenco de Sindicato G. Rivera mantiene más vivas que nunca sus opciones de estar en la lucha por el ascenso, sobre todo después del triunfo por cuatro tantos a uno ante su similar de IRA Maristas, elenco que brindó lo mejor de sí para hacer un buen papel sobre el campo de juego, pero el estado físico les terminó pasando la cuenta para caer de manera contundente.
Valle del Aconcagua apeló a la experiencia para ganar.
Valle del Aconcagua 1: Rodrigo Nuñez, Marcos Robles, Patricio Santander, Leopoldo Gahona, Alexis Ancic, Cristián Urmeneta, José Searle, Alejandro Mancilla, Marcelo Rojas, Felipe Cortés, Fernando Cabrera. Ingresó Alejandro Gabler.
Sport Club Q B 0: Juan Carlos Órdenes, Enzo Araya, Alejandro Osorio, Ricardo Astudillo, Miguel Jorquera, Aníbal Guzmán, Rodrigo Figueroa, Paulo Alfaro, Dagoberto Tillería, Marco Álvarez, Ralph Peña. Ingresaron William Olmos, Miguel Figueroa, Óscar Guerra, Giuliano Callegari, Fabián Bernales.
Goles: 1 – 0 Fernando Cabrera (28’).
El partido enfrentaba a dos elencos que necesitaban de los puntos con urgencia para ir definiendo su futuro en la segunda división de la Liga Empresas Copa El Observador, lo que hizo que las acciones fueran muy equilibradas desde un comienzo, con ninguna de las dos escuadras siendo capaz de romper la resistencia de la zaga rival, por lo que sólo un detalle podría significar la victoria, el que finalmente fue aprovechado por Fernando Cabrera del Valle del Aconcagua, quien liquidó antes del descanso para anotar el uno a cero parcial. Tras el reinicio del juego los representantes de Sport Club Q B se fueron con todo en pos del ataque con más ganas que fútbol para así conseguir la paridad, pero la experiencia de su rival les impidió conseguirlo, hecho que en los instantes finales provocó su desesperación, lo cual provocó que terminaran con tres jugadores menos.
Sindicato G. Rivera sigue ganando para acechar a los líderes.
Sindicato G. Rivera 4: Héctor Fernández, Juan Cabrera, Rodrigo Díaz, Óscar Cortés, Jonathan Arredondo, Mauricio Gómez, Leonel Aguirre, Cristián Díaz, Juan Morales, Luis Reinoso, Víctor Hermosilla. Ingresaron Cristián Zamora, Eduardo Vergara, Alexis Lagos, Félix Bustos, Rodrigo Díaz.
IRA Maristas 1: Matías Jofré, Miguel Araya, Félix Vargas, Carlos Gaete, Luis Contreras, Humberto Jaure, Ariel Ovalle, Edgardo Muñoz, Luis Barraza, Luis Suzarte, Roberto Cautivo. Ingresaron Gonzalo Cuevas, Gonzalo Suzarte, Fernando Medina.
Goles: 1 – 0 Luis Reinoso (2’); 2 – 0 Rodrigo Díaz (13’ ST); 2 – 1 Edgardo Muñoz (16’ ST); 3 – 1 Eduardo Vergara (18’ ST); 4 – 1 Félix Bustos (20’ ST).
Los amplios favoritos en la previa para este encuentro eran sin lugar a dudas el representativo del Sindicato G. Rivera ante un elenco de IRA Marista que a lo largo de todo el campeonato pecó de irregularidad, pronósticos que rápidamente parecieron concretarse gracias al tanto de Luis Reinoso en el minuto dos, tras lo cual los sindicalistas dominaron sin contrapeso las acciones, pero siendo incapaces de aumentar la diferencia antes que terminara el primer tiempo. En el complemento las acciones parecieron continuar igual, pero una ráfaga de buen fútbol les permitió a los jugadores del Sindicato G. Rivera pasar a ganar por cuatro tantos a uno merced a los goles anotados por Rodrigo Díaz, Eduardo Vergara y Félix Bustos, haciendo estéril el descuento de los maristas gracias a Edgardo Muñoz, el que sólo permitió maquillar el resultado definitivo.
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