La noche del sábado 19 de marzo, en el Estadio Municipal Lucio Fariña Fernández, el Club Juventud El Bajío disputó el partido de vuelta por la segunda fase del Torneo Regional de Clubes Campeones ante su similar de Santa Rosa de Catemu, duelo en el que los quillotanos llegaban con la obligación de ganar para avanzar a la siguiente fase tras el empate como visita, objetivo que consiguieron con una sólida victoria por tres goles a uno.
Para este cotejo el cuerpo técnico de los bajianos determinó ingresar al campo de juego con Pedro Atenas, Francisco Alam, Carlos Astudillo, Paul Pallacán, Alejandro Bastías, Raúl Silva, Simón Bernal, Kevin León, Ivo Hernández, Juan Molina, Rolando Pizarro. En el complemento entraron Giovani Parada, Alex Barahona, Brian Robles.
El partido comenzó siendo dominado por la gente de Juventud El Bajío, los cuales se generaron las mejores oportunidades de gol, pero sus delanteros fallaron en el finiquito, situación que fue aprovechada por el delantero de Santa Rosa Víctor Silva, quien conectó por derecha un preciso centro y logró vencer la resistencia del portero local, quien nada pudo hacer ante el remate, instalándose la sorpresa en el recinto con el triunfo parcial del forastero.
Tras ponerse arriba en el marcador, los visitantes intentaron administrar el balón, pero llegaron una serie de errores defensivos que le terminaron por pasar la cuenta, primero con Juan Molina que controla y elude al portero para anotar el empate parcial, y luego cuando el central no puede despejar el mismo delantero Molina supera al portero y dejó a su equipo en ventaja, aunque lo peor llegaría tres minutos después, cuando una desinteligencia en las marcas le permitió a Paul Pallacán cabecear sin resistencia rival y anota el tres a uno.
Luego del tanto, los jugadores Francisco Alam y Víctor Silva se enfrascaron en una discusión que terminó con ambos expulsados debido a una agresión mutua, situación que comenzó a caldear los ánimos de las dos escuadras, quienes por momentos abusaron del juego brusco, lo que no se aplacó ni siquiera con el descanso, ya que rápidamente Juventud El Bajío sufrió otro golpe con la expulsión de su delantero Rolando Pizarro, complicando el esquema de los quillotanos.
Los últimos instantes se desarrollaron con una presión constante de Santa Rosa sobre la portería de Juventud El Bajío, generándose una serie de oportunidades de anotar un descuento, pero entre la impericia de sus delanteros y el buen trabajo de la defensa local le terminaron ahogando el grito de gol, generando la desesperación de un rival que se quejó por una serie de cobros arbitrales, aunque nada cambió y los quillotanos se quedaron con la victoria definitiva por tres a uno con que avanzaron a la siguiente ronda.
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