Tras caer en el partido de ida como dueños de casa por el Torneo Regional de Clubes Campeones, el Club Nacional viajó el domingo 12 de marzo hasta Santa María para enfrentarse a su similar de Juventud Santa María con la obligación de ganar para forzar los penales, objetivo que consiguieron pese a terminar con ocho jugadores, para luego imponerse en base a la garra y amor propio.
El conjunto quillotano viajó con la ilusión de demostrar su jerarquía, pero las cosas no fueron fáciles ya que empezaron perdiendo, momento en donde apareció el amor propio de Nacional que consiguió el empate antes del descanso gracias al tanto de Kallajan Kohnenkamp. En el inicio del complemento Enzo Calderón decretó el dos a uno parcial con lanzamiento penal tras falta en contra de Luis Rozas.
Tras ello todo se complicó cuando Juventud Santa María impulsados por su barra consiguieron el empate dos a dos, lo cual se sumó a las expulsiones de Gabriel González, Kallajan Kohnenkamp y Miguel Rodríguez en Nacional, pero pese a este problema los quillotanos aprovecharon un veloz contragolpe para decretar el tres a dos por medio de Marco Fajardo y forzar la definición desde el punto penal, logrando resistir en los momentos finales donde el juez dio 16 minutos de descuento.
Con el triunfo de Nacional en el tiempo regular llegaban los penales para conocer al elenco que avanzaría a la segunda ronda, instancia en que la gran figura fue el portero Jonathan Piña, el cual contuvo tres lanzamientos de Juventud Santa María, dando la clave para que los quillotanos aseguraran la clasificación con el tiro final de Mauricio Rojas, el cual desató la alegría del club representativo de la Población Aconcagua Sur.
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