viernes, 26 de octubre de 2012

San Luis ganó para mantener mínimas opciones.

Luego de dos derrotas de manera consecutiva, ante Puerto Montt y Coquimbo Unido como visitantes, el plantel de San Luis de Quillota llegaba a su duelo con Ñublense de Chillán en el Estadio Municipal Lucio Fariña Fernández con mínimas esperanzas matemáticas de llegar a la final del año, pero más allá de eso, los dirigidos por el técnico Mauricio Giganti deseaban remediar la mala imagen que exhibieron ante los nortinos, lo que consiguieron con una sufrida victoria por cinco a dos, la que sólo pudieron consolidar en los minutos finales cuando sus rivales sufrieron la expulsión de un par de defensores.



Para esta oportunidad, el estratega de los canarios Mauricio Giganti apostó por darle la posibilidad a dos jugadores con pocos minutos como titulares, Ismael Mariqueo y Freddy Vargas, mientras que en ofensiva Joel Soto fue acompañado una vez más por Diego Cuéllar en desmedro de Cristián Taborda. De esta manera, los titulares de los quillotanos fueron Fernando De Paul, Fernando Ledesma, Eusebio Díaz, Jaime Jerez, Daniel Vicencio, Álvaro Césped, Freddy Vargas, Ismael Mariqueo, César Pinares, Joel Soto, Diego Cuéllar. En el complemento ingresaron Bruno Pezzella, Eduardo Otárola y Cristián Taborda.





Por su parte, Ñublense de Chillán llegaba con la obligación de ganar tras su caída del pasado fin de semana ante Everton como local, por lo que el técnico Carlos Rojas determinó entrar al campo de juego con Alexis Viera, Benjamín Ruiz, Paulo Villagrán, Sebastián Montesinos, José Rojas, Pablo Parra, Cristóbal González, Jonathan Cisternas, Alejandro Vásquez, Isaac Díaz, Tomás Lanzini. En la segunda etapa ingresaron Nikolás Altamirano, Miguel Ángel Orellana para intentar cambiar la historia.



El encuentro, a diferencia de otras oportunidades, comenzó muy favorable para los canarios desde el pitazo inicial, ya que a los cinco minutos estaban en ventaja por la cuenta mínima después que Fernando Ledesma conectara un tiro de esquina con su cabeza, dejando sin opciones al portero visitante y sembrando las esperanzas en los canarios, que veían cómo sus jugadores dominaban el juego, dejando sin reacción a unos sureños que sintieron el golpe, intentado llegar a la igualdad con tímidos remates desde media o larga distancia, convirtiendo en una figura a Fernando De Paul que respondió cada vez que se le pidió, mientras que cuando no lo pudo hacer, aparecieron sus compañeros de zaga para alejar el riesgo como Eusebio Díaz en el minuto 26 que sacó el balón casi desde la línea de gol.



Las acciones se volvían emocionantes con ambos equipos yendo en pos del arco rival y generándose por momentos un ritmo frenético, donde por ejemplo primero Álvaro Césped habilitaba a Joel Soto en profundidad, pero éste no era capaz de controlar y en el contragolpe los chillanejos estaban a punto de anotar si no hubiese sido por una nueva actuación de gran calidad de Fernando De Paul, que volvía a demostrar que cada vez que se le solicitó respondió, contando en oportunidades con la colaboración del poste. Ese panorama hacía prever que podría llegar muy pronto la igualdad, pero llegó el minuto 33 cuando Ismael Mariqueo ejecutó un tiro libre desde la izquierda, aparece el excelente defensa Daniel Vicencio que de cabeza decretó el dos a cero parcial, marcador con el que se fueron al descanso pese a las últimas jugadas de riesgo en ambas áreas, ninguna de las cuales tuvo éxito alguno.



Durante el descanso el café de los visitantes estuvo muy cargado al parecer, ya que regresaron al campo de juego con una actitud totalmente diferente, pese a que antes del minuto el portero Viera debió controlar en doble instancia el intento de Diego Cuéllar, pero la respuesta no tardó en llegar, ya que a los dos minutos de reiniciado el juego llegó el primer descuento de Ñublense con un remate desde media distancia de Jonathan Cisternas, dejando abierta la opción para que los forasteros se fueran en busca de la paridad, para lo cual incluso realizaron un par de cambios netamente ofensivos.





Los minutos siguientes fueron de total control para los chillanejos que controlaron el balón e intentaban acercarse al arco rival, aunque su estrategia no surtía efecto alguno con la atenta actuación de la zaga local que se esforzaba para mantener el resultado a favor, pero nada pudieron  hacer para impedir la paridad a favor de los sureños en el minuto 26 cuando el volante Tomás Lanzini ejecutó de manera soberbia un tiro libre y decretó el dos a cero parcial, con lo que se venía la noche para los canarios, quienes no entendían cómo podía cambiar tanto la historia, sobre todo cuando dos minutos después el central Eusebio Díaz se debió esforzar al máximo para impedir que Miguel Ángel Orellana no anotara el tercer gol de los chillanejos que habría sido la catástrofe para los sanluisinos.





No obstante, la reacción no tardó en llegar porque a los 29 minutos del complemento el volante de San Luis César Pinares remató desde fuera del área, nadie pudo desviar el balón en su trayecto desconcentrando al portero de Ñublense Alexis Viera, quien nada pudo hacer para convertir el tres a dos parcial, hecho que terminó por desesperar a los visitantes, que abusaron del juego brusco y terminaron con dos jugadores menos en el campo, algo que fue muy bien aprovechado por los canarios, quienes comenzaron a dominar el balón pese a los últimos intentos de sus rivales, quienes nada pudieron hacer para impedir la derrota por un expresivo marcador de cinco a tres, ello merced a dos tantos que llegaron en los descuentos gracias a Bruno  Pezzella y Cristián Taborda que con buenos finiquitos dejaron el cinco a dos final, marcador que deja con mínimas opciones a los quillotanos.



San Luis no encuentra la victoria en Torneo Dimayor.

La noche del jueves 25 de octubre, en las dependencias del Gimnasio Municipal Corvi de Quillota, el conjunto de San Luis intentaba mantener sus esperanzas de clasificar a la siguiente fase en el Torneo Profesional de Básquetbol Dimayor, para lo cual tenían que vencer a su similar de Universidad Católica, pero la realidad les dijo otra cosa, ya que jugando un pésimo partido terminaron cayendo de manera contundente ante los capitalinos por 79 a 58, resultado que terminó por sepultar sus sueños de ubicarse entre los cuatro mejores elencos del campeonato.



Para esta oportunidad, el estratega de San Luis de Quillota Marcelo Gallegos determinó ingresar al campo de juego con Rodrigo Ilabaca (6 puntos), Giovanni Ballini (3 puntos), Dominique Holmes (20 puntos), Jessan Gray (15 puntos), Rocco Cotroneo (2 puntos), mientras que durante el juego también vieron minutos de juego Camilo Bustamante (1 punto), Sebastián Jerez (5 puntos), Andrés Jara (3 puntos), Jonathan Irribarra (3 puntos).



Por su parte, el entrenador de Universidad Católica Miguel Ureta decidió comenzar el duelo con Francisco Torres, Jorge Schuler, Eric Tramiel, Rubén Molina y Jeff Fanbulleh, dejando en el banco de suplentes para que ingresaran posteriormente al campo de juego a Kevin García, Rodrigo Espinoza, Lucas Meyer, Diego Valenzuela, Antonio Pinedo, Jorge Odeh, Pablo Cabrera.



El partido era muy importante para ambas instituciones, pero los dueños de casa ingresaron a la cancha muy concentrados con una serie de triples, pero a medida que pasaban los minutos la defensa de sus rivales les fue mermando su capacidad anotadora, siendo limitados a sólo 13 puntos mientras que los cruzados sacaban provecho en la zona ofensiva para terminar ganando el primer parcial por un contundente marcador de 29 a 13, historia que trataron de revertir los canarios antes de marcharse al descanso, pero no fue suficiente ya que sólo lograron disminuir la diferencia en dos puntos, al ganar por 14 - 12.



Los capitalinos sin embargo no estaban dispuestos a pasar zozobras en el resto del duelo y una vez que se reinició el juego ellos se fueron con todo en pos del aro rival, cimentando sus ataques en una buena defensa, armas que le valieron para volver a imponerse en el parcial por 22 - 14, dejando prácticamente liquidado el partido a favor de los forasteros, quienes hicieron estéril el último esfuerzo de los quillotanos en el cuarto final donde, sacando ventaja de los cambios en los representantes de Universidad Católica, se terminaron imponiéndose por un punto, lo que de todas maneras no evito el triunfo de los cruzados por 79 a 58 (parciales de 29 - 13; 12 - 14; 22 - 14; 16 - 17).