martes, 27 de mayo de 2014

Juventud El Bajío regresó con el título regional desde Valparaíso.

El pasado domingo 25 de mayo era una fecha especial para los jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas de Juventud El Bajío, ello porque disputarían su segunda final de un Torneo Regional de Clubes Campeones de la Asociación de Fútbol Amateur de la Quinta Región, encuentro donde pretendían convertirse en el segundo club de la ciudad en tener este trofeo, para lo cual debían superar a su similar de Glorias Navales de la Asociación Achupallas en el recién reabierto Estadio Elías Figueroa Branden de Valparaíso, recinto que sirvió de escenario ideal para la victoria de los quillotanos por la cuenta mínima, desatando la algarabía de la gran cantidad de personas que llegaron hasta el puerto para alentarlos.



Para este importante encuentro, el técnico de Juventud El Bajío Elías Hernández se encontraba expulsado, debiendo dirigir al equipo desde la galería, mientras que en el banco de suplentes debió asumir la responsabilidad el Presidente Patricio Cabrera. En lo netamente futbolístico, confiando en el rendimiento de sus jugadores a lo largo de los últimos cotejos, supliendo de gran manera a los ausentes, formando en esta gran final con Cristián Zamora en la portería, Paul Pallacán, Vladimir Barrios y Raúl Silva en defensa, el mediocampo estuvo compuesto por Felipe Olmedo, Luis Zamora, Jorge Vargas, Simón Bernal, dejando en la creación a Ivo Hernández, mientras que los delanteros fueron Juan Molina con Ismael Méndez, mientras que en el segundo lapso ingresaron Roberto Herrera y Rolando Pizarro.

En la previa el representativo de Glorias Navales llegaba con el favoritismo luego de no haber perdido ningún partido en su campaña, además de contar con una gran hinchada dando su aliento desde la galería, factores que sin embargo una vez que empezó el duelo no pesaron lo más mínimo, ya que Juventud El Bajío dominó el control del balón en la primera etapa y se generó las mejores opciones de convertir, contando con la gran actuación del volante Jorge Vargas, el cual bloqueó a las figuras rivales. A medida que avanzaban los minutos de juego los quillotanos dominaban mucho más y consiguieron su premio a través de Simón Bernal, volante que llegó por el segundo palo tras un centro de Ivo Hernández desde la izquierda para abrir el marcador, desatando la algarabía del público quillotano que se trasladó hasta Valparaíso.



El hecho de verse en desventaja fue un golpe duro para los viñamarinos que no podían reaccionar, mostrándose incapaces de responder a las exigencias de Juventud El Bajío, quienes por su parte decidieron fortificar su defensa y apelar al contragolpe para aumentar la diferencia a favor antes del entretiempo, pero sus delanteros fallaron en el finiquito, e incluso en los descuentos del primer tiempo Jorge Vargas estuvo muy cerca de consolidar una gran actuación personal con su gol, pero el cabezazo después de un tiro de esquina se fue rozando el horizontal, dejando la historia sin decidirse aún con miras al complemento, donde cada uno de los equipos trataría de lograr su objetivo.

En el reinicio de las acciones las emociones no demoraron mucho en llegar, ya que al minuto de juego fue expulsado el jugador de Glorias Navales Fabián Quiroz por una reacción contra el rival, lo cual hacia suponer que se facilitaría la tarea para Juventud El Bajío al tener un hombre más en la cancha, lo cual trataron de aprovechar pero una vez más sus delanteros no pudieron liquidar la historia. Cuando mejor jugaban los quillotano terminó marcando el resto del cotejo, ello porque fue expulsado Jorge Vargas luego de una falta en el medio campo, hecho que permitió la aparición del volante de los viñamarinos Glorias Navales Mauricio Parada, el cual quedó sin marca en el medio y tomó el control, habilitando en varias oportunidades a sus compañeros de ofensiva, pero éstos fueron incapaces de anotar ante el excelente arquero Cristián Zamora, el cual cuando fue vencido contó con la divina fortuna.



Los últimos minutos del cotejo fueron de infarto para todos quienes llegaron hasta Valparaíso alentando a Juventud El Bajío, quienes veían con nerviosismo cómo los jugadores de Glorias Navales se iban con todas sus armas en pos del empate para forzar los lanzamientos desde el punto penal, momentos claves en que apareció la experiencia del portero Cristián Zamora, el cual manejó los tiempos y dio la tranquilidad necesaria a sus compañeros para soportar los últimos instantes con la victoria, objetivo que consiguieron tras el pitazo final, quedándose con una victoria por un gol a cero y desatando la alegría de jugadores, cuerpo técnico e hinchas quillotanos que disfrutaron al máximo la victoria histórica para Juventud El Bajío, los cuales finalmente pudieron gritar con autoridad CAMPEONES REGIONALES.

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