miércoles, 4 de julio de 2012

San Luis volvió a caer y profundiza su crisis deportiva.

Las últimas semanas no han sido nada de tranquilas para el Club San Luis de Quillota, sobre todo después de la eliminación de Copa Chile a manos de Trasandino de Los Andes en calidad de local, derrota que significó un fuerte remezón en el plantel, el cual se profundizó aún más con la contundente derrota ante Everton de Viña del Mar en calidad de visita el pasado domingo 01 de julio, válido por la primera fecha del Campeonato de Clausura Primera B 2012, dejando de manifiesto una vez más la necesidad de reforzar el plantel para no pasar zozobras a fin de año con el descenso.

Para este duelo, como ha sido habitual desde su llegada, el técnico Mauricio Giganti determinó una serie de cambios en el equipo buscando el mejor rendimiento, formando con Fernando De Paul en el arco; Daniel Vicencio, Eusebio Díaz, Jaime Jerez y Guillermo Pacheco en defensa; para el mediocampo estuvieron Francisco Muñoz, Bruno Pezzella, Jorge Aguilar, Freddy Vargas, para dejar en la ofensiva en solitario a Diego Cuéllar. En la segunda etapa ingresaron Joel Soto, Ismael Mariqueo y Gonzalo Rivas.

Por su parte, Everton de Viña del Mar que también llegaba luego de perder por Copa Chile, alineó con Gustavo Dalsasso en el arco; en la zaga estuvieron Marcos Velásquez, Luciano Goux, Alex Von Schwedler, Rodrigo Ramírez; para el mediocampo se dispusieron a Guido Alucema, Ángel Rojas, Maximiliano Ceratto y Javier Vatter, dejando en la delantera a José Luis Muñoz con Leonardo Romero. En el complemento ingresaron Diego Orellana, Diego Reinoso, Jonathan Novoa.

Desde el inicio los canarios ingresaron al campo de juego intentando basar su juego en una sólida defensa, circunstancia que fue aprovechada por los viñamarinos, quienes convertían al portero Fernando De Paul en la figura del cotejo ante el escaso poder ofensivo de los quillotanos, quienes sólo intentaban acercarse con remates desde media distancia, pero sin éxito. Por su parte, los ruleteros cada vez estaban más cerca de abrir el marcador e incluso propiciaron una serie de errores defensivos, a lo largo de los primeros 20 minutos, todos los cuales fueron subsanados, incluso in extremis como cuando De Paul salió mal en un centro, soltó el balón, pero en la línea apareció Eusebio Díaz para poder despejar y dar el tiempo para que el portero reaccionara.

Sin embargo era evidente que tarde o temprano Everton podría quebrar la defensa de San Luis, algo que consiguieron a los 22 minutos cuando los canarios perdieron el balón en la salida, controló José Luis Muñoz quien aprovechó los espacios que le dieron para rematar y dejar sin opciones al portero quillotano y poner el 1 - 0 parcial para los ruleteros. Los sanluisinos sintieron el golpe y no podían reaccionar, menos aún cuando a los 31 minutos el juez del encuentro sancionó mano en el área de Eusebio Díaz cuando Maximiliano Ceratto encaraba, siendo él mismo quien ejecutó y no falló para decretar el dos a cero parcial.

Los últimos quince minutos mostraron a unos viñamarinos que controlaban el balón en el mediocampo para poder buscar la mejor opción de aumentar la ventaja, pero con la tranquilidad propia que les daba el estar en ventaja, sobre todo considerando la inoperancia ofensiva de los canarios que apelaban a remates desde larga distancia que desafortunadamente para sus intereses se iban demasiado desviado, por lo que a nadie sorprendió que se fuera en ventaja de dos a cero al descanso Everton, mientras que los quillotanos presentes en el Estadio Sausalito confiaban en poder mejorar para la segunda etapa.

Para el complemento el técnico Mauricio Giganti intentó mejorar su faceta ofensiva con el ingreso del refuerzo Joel Soto, pero pese a su experiencia el estado físico le terminó pasando la cuenta y nada pudo hacer ante el mejor juego de Everton que siguió yendo con todo en busca de aumentar la diferencia, contando para ello con remates de media distancia de sus volantes y jugadas asociadas de su zona ofensiva, pero ante todo aprovechando los errores de la zaga rival, que fue precisamente el modo en que llegó el tercer cuando tras una veloz escapada de Maximiliano Ceratto por la izquierda, superó a sus marcadores y casi sin ángulo disparó al primer palo derrotando a Fernando De Paul en el minuto 15 de la segunda parte, concretando así en el marcador el amplio dominio de los dueños de casa.

No obstante, las cosas siguieron complicándose para los quillotanos que no veían como detener el ataque rival pese a los continuos cambios de esquemas defensivos, debiendo esforzarse al máximo por alejar el riesgo de su propia portería, pero el árbitro del partido volvió a cobrar un penal a favor de Everton en el minuto 21 del segundo tiempo, el que ahora fue ejecutado por Ángel Rojas, quien no falló y decretó el cuatro a cero final con que concluyó el duelo, dejando los últimos minutos para que los ruleteros controlaran el balón en el mediocampo esperando que pasaran los minutos hasta el pitazo final, intentando aumentar la diferencia a favor con miras a la definición de fin de año.

Por su parte, con esta caída por cuatro a cero, los canarios siguieron profundizando la crisis deportiva de la que no pueden salir pese a la gran cantidad de cambios que han realizado, la cual se ha ido profundizando con la marcha de varios jugadores desde el plantel, el cambio de técnico que no ha rendido los frutos esperados, un pésimo final de Torneo de Apertura, una eliminación de la Copa Chile ante un conjunto de Tercera División y ahora la caída en el debut del campeonato de clausura, situación que tiene intranquilos a los hinchas que no encuentran el modo en que se pueda salir de este momento, mientras el cuerpo técnico y dirigencia apelan a la llegada de los refuerzos para mejorar el momento.

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