Un clásico con todas las letras

En la previa el partido excluyente de la fecha del Campeonato ANFA de Quillota era el que disputarían los elencos de Juventud El Bajío ante Dínamo, dos elencos que los últimos años siempre lucharon por los primeros lugares del campeonato local e incluso hace años lucharon mano a mano por el título de campeón regional, antecedentes que terminaron convirtiéndolo en un verdadero clásico del fútbol amateur con el que vibran todos los hinchas.

El sábado 04 de julio se volvieron a enfrentar en la cancha del Club Juventud El Bajío, elenco que en el primero de los partidos ante Dínamo en el encuentro de la segunda división no pudo imponer su localía y terminaron igualando a un gol dejando las expectativas muy altas para el resto de la tarde.

El siguiente cotejo fue entre los equipos senior de ambas instituciones, duelo que sobre el final se puso muy emocionante con el movimiento del marcador toda vez que los locales empezaron ganando por dos goles a cero, pero el primer descuento llegó en el mejor momento de Dínamo que se fue en busca de la igualdad, aunque dejaron muchos espacios en defensa, situación que fue aprovechada por El Bajío para colocar el 3 a 1 para quienes actuaban en su cancha.

Se pensó que este tanto significaría el final del partido pero la realidad indicó todo lo contrario porque los jugadores de Dínamo se fueron en busca del segundo descuento, el cual llegó a dos minutos del final pero esta anotación terminó por exasperar los ánimos entre los jugadores que se comenzaron a agredir en la cancha, por lo que el juez del cotejo decidió que se concluyera el cotejo.

Según la programasen el último de los encuentros era el más complicado porque se enfrentaban los dos equipos de honor de ambas instituciones, circunstancia que hizo que el juez amenazara con no dirigir el partido ya que había arbitrado los dos partidos previos y no se le daban las medidas de seguridad mínimas. Tras una serie de conversaciones, se le logró asegurar que no pasaría nada violente y el accedió a tomar la responsabilidad.

En lo deportivo, Juventud El Bajío antes del final del primer tiempo se puso en ventaja de dos a cero con goles de Simon Bernal, quien aprovechó su velocidad y eficacia para generarle gran cantidad de problemas a la defensa de un Dínamo que se comenzó a desesperar y eso le significó perder a Zamora, quien derribó a un delantero rival para el penal que significó el 2 a 0.

Con el 2 a 0 en contra se fueron al descanso los jugadores de los albos del Cerro Mayaca, pero los cambios que realizaron en el descanso le permitieron igualar el partido primero a través de un gran disparo desde fuera del área de Fabian Leiva, el cual aprovechó una falta a favor de Dínamo que fue servida rápidamente por sus compañeros, quienes le hicieron llegar el balón para rematar y dejando sin opción al portero Pedro Muñoz de El Bajío.

Pero los problemas extra deportivos no se detuvieron ya que cuando Dínamo caía por 2 a 1 una falta clara generó discusiones de ambas hinchadas debido a la decisión del juez de cobrarla en el área con el consiguiente cobro del penal. Esta sanción reglamentaria implicó la reacción de la hinchada local que ingresó al campo de juego para reclamar el cobro, pero afortunadamente las cosas no pasaron a mayores, el jugador Aldo Soto cambió el penal por gol y continuó el partido.

Los momentos más álgidos del encuentro se vivieron después del empate par Dínamo ya que se conjugaron varios factores como la escasa luz que impedía ver normalmente el cotejo, además de los ánimos muy friccionados dentro del campo ayudado al ambiente de exasperación de ambas hinchadas que estaban en el límite de la cancha. En este ambiente el partido se decidió en un ataque veloz de Juventud El Bajío que es culminado por Francisco Urra con un remate que derrotó al arquero de Dínamo para colocar el 3 goles a 2 a favor de Bajío.