domingo, 11 de mayo de 2014

Juventud El Bajío sufrió pero llegó a la Final Regional.

La última década ha sido muy positiva para los representantes de la Asociación de Fútbol Amateur de Quillota, quienes registran dos títulos del Campeonato Regional de Clubes Campeones en manos de Dínamo, además de una final en el mismo torneo para Juventud El Bajío y otra para Lo Garzo, pero éstos en la división senior, galería de grandes a la cual se sumó la noche del sábado 10 de mayo el elenco de Juventud El Bajío, institución que en base a un trabajo serio logró clasificar a la gran final del Torneo Regional de Clubes Campeones, ello tras eliminar por penales a su similar de Trinidad de Limache para ir en pos de un título inédito para el club, intentando dejar en el pasado la amargura del año 2007 cuando cayeron en la misma instancia ante Dínamo.



Para esta definición el representativo de Quillota llegaba con la ventaja de haber ganado en el partido de ida en calidad de visita por la cuenta mínima, con tanto de Paul Pallacán, por lo cual tenían la ilusión de cerrar la clasificación en casa, tratando que no afectaran las ausencias por suspensión de jugadores claves como Francisco Olmedo, Diego Cabrera, José Espíndola y Christián Olivares. Teniendo en consideración estas ausencias, el técnico de Juventud El Bajío ingresó al campo de juego con prácticamente el mismo equipo de las últimas fechas, es decir con el regreso de Cristián Zamora en el arco; Paul Pallacán, Raúl Silva y Vladimir Barrios en defensa; Jorge Vargas, Luis Zamora, Felipe Olmedo y Simón Bernal en el mediocampo, dejando más adelantados a Ivo Hernández, Juan Molina e Ismael Méndez, siendo Roberto Herrera el único que entró en el segundo lapso.

Por su parte, Trinidad de Limache llegaba con la intención de dar la gran sorpresa y el técnico dispuso empezar con Jonathan Piña, Carlos Astudillo, Félix Bustos, Sebastián Lobos, Eduardo Maturana, Óscar Moreno, Lizardo Pérez, Yanko Ramírez, Miguel Ríos, Cristián Tornero y Patricio Yañez, mientras que en el complemento ingresaron Marco Molina, César Conejero, Jean Mendoza.



El cotejo comenzó complicado para Juventud El Bajío luego que el cuerpo técnico y dirigentes se enfrascaran en una discusión con el cuerpo arbitral, hecho que en un principio generó en los jugadores una desesperación que no fue desaprovechada por los limachinos, quienes aprovecharon un veloz contragolpe para abrir la cuenta a su favor por medio de Félix Bustos que sacó el máximo provecho de un centro desde la derecha, decretando en el marcador un resultado que obligaría a definir con lanzamientos desde el punto penal, además de generar algunas peleas entre los mismos compañeros bajianos.

Tras verse en desventaja los quillotanos poco a poco intentaron recuperar su sistema de juego que los había llevado a estar en esta instancia, pero las posibilidades de empatar fueron abortadas por el portero de Trinidad Jonathan Piña que tenía una gran jornada, evitando la igualdad en un par de oportunidades, aunque nada pudo hacer en el minuto 37 cuando Luis Zamora sacó el máximo provecho a una opción de anotar y decretó la paridad parcial, desatando la algarabía sobre el campo y en la galería, donde la barra acompañó en un excelente número, los cuales llegaron al entretiempo con la satisfacción que se jugaba mejor que el rival y hasta el momento clasificaban a la gran final que se disputará en el Estadio Elías Figueroa de Valparaíso. recientemente inaugurado.



Una vez que se reiniciaron las acciones, Trinidad de Limache entró con una actitud netamente ofensiva al campo de juego, yéndose con todo en pos de la victoria que les permitiese definir al clasificado desde el punto penal, pero la defensa de Juventud El Bajío respondió de buena manera, mientras que en ofensiva los dueños de casa intentaron aprovechar la velocidad de sus delanteros para desnivelar el resultado, pero sus intentos no tuvieron efectos positivos. Ello hasta que llegó el momento clave, cuando el técnico Elías Hernández sustituyó al delantero Ismael Méndez para solidificar el bloque defensivo, aunque con ello perdieron la preocupación de la defensa rival, quienes se fueron con todo en pos del triunfo.

La finalización del partido se acercaba y el sueño de Juventud El Bajío de estar una vez más en la final del Torneo Regional de Clubes Campeones estaba mucho más cerca, pero a once minutos de final sucedió lo que nadie esperaba, cuando los limachinos aprovecharon una excelente jugada ofensiva que concluyó por el costado izquierdo Óscar Moreno, decretando el dos a uno con que terminaría el cotejo, pese a los últimos intentos de los dueños de casa que con más ganas que fútbol asociado intentaron conseguir el empate para evitar los penales, los cuales finalmente llegaron de todas maneras y el segundo finalista se conocería de esta manera, enfrentando a dos excelentes porteros en este tipo de momentos.



Con el marcador final de dos a uno a favor de Trinidad de Limache por sobre Juventud El Bajío de Quillota se definiría desde el punto penal, momento de tensión en que debía aparecer la sangre fría y tranquilidad de ambas instituciones, donde los encargados de ejecutar para los bajianos fueron hombres que con el paso de los encuentros se fueron identificando con la institución, los cuales respondieron al máximo las excpectativas de sus compañeros e hinchas no fallando ningún lanzamiento, siendo clave una vez más como ante Torino el portero Cristián Zamora, el que contuvo un tiro penal y anotó el propio para dar la clasificación al juego decisivo por el título ante Glorias Navales.

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